¿Le parece que el ritmo de vida se ha triplicado como mínimo en comparación con hace cincuenta años? Pues debería parecerlo, porque las estadísticas son superiores.
La productividad del trabajador estadounidense ha aumentado más de un 400% desde entonces. Uno podría pensar que con los avances en tecnología, comunicación, etc., somos capaces de hacer más trabajo en menos tiempo. Además, deberíamos poder disfrutar del mismo nivel de vida que entonces trabajando menos horas, ¿verdad? Pues no.
Hoy vamos a hablar de un tema que ya se ha tratado antes, pero desde un ángulo diferente. Cómo la alimentación consciente y la pérdida de peso van de la mano Pero antes, veamos algunos de los factores que han contribuido a los problemas de obesidad a los que nos enfrentamos actualmente.
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¿Qué es el equilibrio entre trabajo y vida privada y adónde ha ido a parar?
Hoy en día, los estadounidenses trabajan más horas al año que la mayoría de los demás países desarrollados del mundo. Según la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), los estadounidenses trabajan unas 1.791 horas al año, y los que no tienen vacaciones trabajan unas 2.250 horas al año.
Además, es el único país del mundo que no tiene una prestación nacional retribuida por permiso parental, que en la mayoría de los países equivale a unas 12 semanas, pero en Europa es de 20 semanas. EE.UU. es también el único país industrializado que no tiene una política de días de vacaciones mínimos obligatorios.
¿Qué tiene que ver todo esto con la epidemia de obesidad? En 1950, sólo el 10% de la población adulta estadounidense se consideraba obesa. Hoy, más del 42% de los adultos de Estados Unidos son obesos. ¿Es una coincidencia?
La realidad es que la mayoría de los estadounidenses no tienen un equilibrio proporcionado entre trabajo y vida privada, lo que está contribuyendo al deterioro de nuestra salud. Trabajar demasiadas horas y tener menos horas de tiempo libre se traduce en un aumento del estrés, menos tiempo para preparar comidas sanas y equilibradas, y poco o ningún tiempo para disfrutar del aire libre y participar en actividades físicas.
¿Cómo contribuye nuestro ajetreado y estresante horario al aumento de peso?
Los investigadores han señalado que algunos de los factores que contribuyen a la actual epidemia de obesidad son la elección de alimentos poco saludables, el sedentarismo, los factores socioeconómicos, el exceso de estrés, los desequilibrios hormonales, la genética, la falta de ejercicio, los efectos secundarios de los medicamentos, etc.
En los años 50 era casi inaudito que una mujer trabajara, sobre todo si estaba casada. En 1970, las mujeres sólo representaban alrededor del 43% de la población activa estadounidense. La mayoría de las familias comían en casa; los niños jugaban al aire libre porque no tenían aparatos electrónicos; y nuestros alimentos no estaban llenos de productos químicos, ingredientes transgénicos y azúcares añadidos.
A medida que más mujeres se incorporaban al mercado laboral, más familias empezaron a consumir comidas "listas para comer" y "preenvasadas", rápidas y fáciles de preparar.
Aún hoy, el trabajo exige cada vez más de nuestro tiempo, y los correos electrónicos y las llamadas telefónicas nos persiguen a todas partes. Estamos tan ocupados y faltos de tiempo que comemos sobre la marcha. Comemos comida rápida mientras conducimos, un bocadillo en nuestro escritorio mientras trabajamos, tentempiés frente al televisor, etc.
El tamaño de las raciones es el triple que hace 50 años, y nos hemos acostumbrado tanto a ellas que todo lo que sea menos nos hace sentir que no tenemos suficiente comida en el plato. La investigación ha demostrado que cuando comemos porciones más grandes, naturalmente comemos más.
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¿Qué es la alimentación consciente?
Hemos hablado de algunos de los cambios en el estilo de vida que se han producido históricamente mientras crecía simultáneamente la epidemia de obesidad; ahora vamos a discutir algunas estrategias para lograr el equilibrio. Si podemos crear cierto equilibrio en nuestras vidas, en última instancia, mejorará nuestra salud y promoverá la pérdida de peso.
Una de las cosas en las que podemos concentrarnos es la llamada alimentación consciente. Es una forma elegante de decir lo siguiente:
- Come sólo cuando tengas hambre;
- No coma mientras hace otra cosa;
- Presta atención a la cantidad que comes;
- Coma despacio y deje de comer cuando esté lleno.
Si usted es como la mayoría de la gente, alguna vez ha comido algo mientras conducía, veía la televisión o trabajaba en su despacho, y ni siquiera recuerda haberlo terminado. Esto se debe a que no comemos con atención, sino distraídos.
Cuando comemos mientras estamos distraídos, comemos más de lo necesario, comemos más a menudo porque no experimentamos ninguna satisfacción al comer lo último, y formamos hábitos poco saludables.
Técnicas y estrategias de alimentación consciente
Si desea estar sano, y especialmente si está intentando perder peso, tendrá que pensar de forma diferente sobre sus elecciones alimentarias. Esto requerirá algunos cambios y, posiblemente, una gestión básica del tiempo.
1. Elige alimentos integrales y evita los procesados
Las frutas, las verduras, los frutos secos, las semillas, los cereales integrales, las legumbres, el pescado y los huevos se consideran alimentos integrales. Son alimentos que pueden encontrarse en la naturaleza y son fácilmente identificables.
2. Cocinar en casa la mayor parte del tiempo
Cuando cocinamos en casa, podemos controlar los "aditivos" que entran en nuestras comidas o no entrar en ellas. Los alimentos procesados y rápidos contienen niveles de sodio que están por las nubes y contribuyen a diversos problemas de salud.
Considera la posibilidad de comprar algunos utensilios de cocina útiles para aliviar algunas de las cargas de cocinar por la noche. Una olla de cocción lenta o una Instant Pot son herramientas estupendas que pueden hacer que la comida casera sea mucho más fácil. En unos 10 minutos, puedes poner un pollo entero en una olla de cocción lenta, añadir algunas verduras, 3/4 de taza de agua y algunas hierbas, y ponerlo a fuego lento mientras te vas a trabajar. Cuando llegues a casa, la cena estará lista.
La olla instantánea es un salvavidas para mucha gente porque es muy versátil. ¿Alguna vez has tenido uno de esos días en los que se te olvida descongelar las pechugas de pollo que tenías en el congelador? No te preocupes, échalas en la olla instantánea y 30 minutos después tendrás pollo cocinado que podrás desmenuzar para tacos o para cualquier otro uso que le quieras dar. Puede cocinar sopas increíbles en sólo 10 minutos, etc.
La mayoría de los alimentos procesados contienen calorías vacías, lo que significa que aportan poco o ningún valor nutricional y pueden contener ingredientes perjudiciales para nuestra salud o que pueden crear adicción. (¡Sí, es cierto!) Cocinar tus propias comidas te ayudará a estar más sano y a mantener un IMC saludable.
3. Leer las etiquetas en el supermercado
Intente evitar los alimentos con alto contenido en sodio, azúcar añadido, harina blanca refinada y otros ingredientes poco saludables. Cuantos más ingredientes figuren en la etiqueta y no puedas pronunciar, antes debes devolverlo a la estantería.
4. Elige tentempiés sanos y fáciles de preparar
Las zanahorias pequeñas, los frutos secos, las pasas, los dátiles, las manzanas, las uvas, etc. son tentempiés estupendos que puedes tener listos en la nevera o en la despensa para tomarlos fácilmente. Si un día dedicas algo de tiempo a preparar y repartir porciones individuales en un recipiente o una bolsa con cierre, a la larga te resultará aún más fácil.
5. Comer sólo sentado a la mesa y despacio
Las investigaciones han demostrado que crear el hábito de sentarse a la mesa mientras se come y no hacer nada más forma buenos hábitos. Es más fácil concentrarse en comer sin distraerse, por lo que empezaremos a escuchar a nuestro cuerpo y a comprender las señales que nos indican que estamos llenos y que debemos dejar de comer. Puedes tardar hasta 20 minutos en darte cuenta de que estás lleno. Si eres como la mayoría de la gente, para entonces ya será demasiado tarde. Comer despacio y con atención da a nuestro cerebro el tiempo suficiente para hacernos saber que estamos satisfechos.
6. Utilizar un plato más pequeño
Nuestro cerebro se deja engañar fácilmente, pero del mismo modo, también le gusta engañarnos a nosotros. Las investigaciones han demostrado que poner la misma cantidad de comida en un plato grande y en uno pequeño hace que nuestro cerebro reaccione de forma diferente. Si nuestro cerebro ve tres pequeñas porciones de comida en un plato grande, piensa que no hay suficiente comida, pero si ve las mismas porciones en un plato pequeño, piensa que parece mucha comida.
Intenta incorporar estas estrategias a tu vida gradualmente y verás qué diferencia pueden marcar.
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Equilibrar y desestresar
Los expertos en pérdida de peso nos dicen que el estrés hace que nuestro cuerpo libere una sustancia química llamada cortisol. Esta sustancia química favorece la retención de grasa e inhibe la pérdida de peso. Cuando se intenta mejorar la salud y perder peso, es fundamental controlar los niveles de estrés.
1. Establece límites para ti y para los demás en cuanto a llamadas, correos electrónicos, reuniones, etc. relacionados con el trabajo. 2. Programa actividades desestresantes deliberadas.
¿Hay algo que le guste hacer y le relaje? Resérvate tiempo para hacerlo. Tú lo vales, te lo mereces y es importante para tu salud.
3. Hacer algo de ejercicio cada día
El ejercicio es una parte vital para mantenerse sano y con un peso saludable. Esto no significa que tenga que pasar incontables horas en el gimnasio. Un paseo de 20 minutos por el barrio, las tareas domésticas, la jardinería, montar en bicicleta, jugar al bádminton, tirar a canasta en la entrada de casa... cualquier cosa que le haga moverse un rato.
Si tienes niños más pequeños y te resulta difícil tener tiempo para ti sola, llévalos en un carrito mientras das un pequeño paseo o monta una improvisada fiesta de baile en el salón después de cenar durante 15 minutos.
4. 4. Beber mucha agua
Mantenerse hidratado ayuda a bajar la tensión arterial y a eliminar las toxinas del organismo más rápidamente, lo que contribuye a que el cuerpo funcione correctamente.
5. Dormir lo suficiente
Los estudios han demostrado que no dormir lo suficiente puede inhibir la pérdida de peso y aumentar los niveles de cortisol.
Es comprensible que no podamos controlar todos los factores que provocan el aumento de peso o inhiben nuestra capacidad para adelgazar. Si empezamos a tomar el control de nuestra elección de alimentos, crear un cierto equilibrio en nuestras vidas para que podamos manejar mejor el estrés, y la práctica de la alimentación consciente, la pérdida de peso seguirá.
Hacer cambios en el estilo de vida lleva tiempo, pero a la larga reportarán beneficios para la salud demasiado numerosos para contarlos. Si necesita ayuda para incorporar estos cambios o no sabe por dónde empezar en lo que se refiere a menús o nutrición saludables, podemos ayudarle.
En Batash Endoscopic Weight Loss Center, ofrecemos nuestro programa integral OnTrack que puede ayudar a guiarlo a través de estos cambios. Tenemos un personal de apoyo completo que le proporcionará la ayuda y orientación que necesita para tener éxito y alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.
Póngase en contacto con nosotros hoy mismo, nos encantaría tener la oportunidad de hablar con usted sobre cómo podemos ayudarle mejor.
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